SILENCIOS
HABITADOS
Siguiendo el rastro
del hilo rojo
El alma trasciende la vida,
latiendo en el vínculo entre lo terrenal y lo espiritual,
más allá de lo visible.
El hilo rojo (foto: abuela María Josefa)
-técnica collage
Poema luminoso
Hay zonas muertas, aguas amargas,
pasiones desatadas,
cimas conseguidas y abismos
superados.
Un fino cristal por el transito
y a su trasluz contemplo.
Nada fue sino un espejismo dilatado en el
tiempo
y lo real permanece, ahora está claro, en
el profundo silencio.
Desde ahí y solo desde ahí, puedo comprender
y comenzar cada día descubriendo
belleza
donde, a veces, solamente asoma el
caótico lugar que habito.
Buscar en mitad del tormento en absoluta
soledad,
quien lo provoca y ver ahí la única y
luminosa verdad.
Begoña Abad
Sant Pol (foto: mi padre y mi tío)
-técnica collage
ANIMA MUNDI
Hilanderas.
Tejedoras del hilo rojo.
Voy navegando las galaxias de sus silencios, atravesando las sombras de sus recuerdos
no vividos.
Pido permiso para mutar en nuevas pieles de luz.
Ánima Mundi
-técnica collage
1899-1929
1898-1990
Enriqueta Trinxet i Mas (bisabuela paterna)
1926-2017
185… - 1928
y ella:
Pilar Llasat i Guarro
Mecedora azul en Sant Pol
-técnica collage
187..-1955
18…-192…
1892-199…
ELLAS:
María Josefa Baldrís i Villaró (abuela materna)· María Antonia Muntañola i Trinxet (abuela paterna)· María del Carmen Bertrán i Baldrís (mi madre)· Enriqueta Trinxet i Mas (bisabuela paterna) · Magadalena Villaró Illa (bisabuela materna) - Mercedes Permanyer i Camps (bisabuela materna)· Elena Baldrís i Villaro -La Yaya (tía abuela materna).
Impulsoras, maestras, poetisas incipientes, luchadoras, confidentes,
enfrentadas a los desafíos de tiempos pasados.
Siempre cuidadoras. S
u recuerdo es un faro en medio de la tormenta de la vida,
con sus gestos tejieron el hilo invisible que mantuvo viva la memoria.
Ellas, son impulso,
inspiración.
En ellas soy, desde tiempos remotos,
una extensión de sus luchas,
una resonancia de lo que fueron y
de lo que aún perdura en mí.
Me abrazo en ellas,
invocando su esencia,
como un susurro que trasciende el tiempo.
NUDOS
En los nudos de las familias,
allí es donde todo sucede.
En esos espacios habitados
por dolores encubiertos,
lealtades invisibles,
allí, se quedaron las deudas
que piden ser saldadas
para romper el silencio fundacional.
Cuando te abrazo, abrazo la totalidad que
somos.
Eso que se adapta a cualquier
continente.
Abrazo a la vez lo que fuiste, lo que eres
y lo que serás
y los errores y aciertos que quepan en
ese transcurrir del tiempo.
Cuando te abrazo, tengo abrazada a la
niña
y abrazo a la mujer con el hilo a cuestas
o a la niña que cuida a la madre anciana.
Cuando te abrazo, a mí misma me abrazo
en ti.
Begoña Abad
Reencuentro (mi madre y su madre en un abrazo que nunca ocurrió)
- técnica collage
María Josefa Baldrís Villaró (abuela) con Ángel Bertrán Permanyer (tío)
Isabel Pardo (abuela) con María del Carmen Bertrán Baldrís (mamá), Herminia Bertrán Baldrís (tía Minuca), Isabel Bertrán Pardo (tía Negra).
El abrazo en
proceso
Mi madre y sus hermanos Pedro y Minuca
La mujer de todas las llaves
Oye mujer de los ojos tristes
¿A donde te llevaste el tiempo?
¿Que fuerza movía tu alma,
para desordenar así
la secuencia sabia del universo?
Te busco en tus ojos,
derramo océanos de lágrimas lloradas,
buceo su densidad para encontrarte.
No hay silencio donde estás.
El aleteo de tu vuelo
agita el rio de mis venas.
Habitas los recuerdos huérfanos,
de un pacto con el olvido.
Reordeno la secuencia triste
de la era que extraviaste
y en pleno desconcierto
observo
Somos tu decisión
Nuestra alma se quedo rota,
entre los continentes de tu anhelo.
La mujer de todas las llaves (mi abuela María Josefa)
-técnica collage
La maquina del tiempo
-técnica collage
Libreta de poemas propios y ajenos de mi abuela. 1917.
Ángel Bertrán Permanyer y
María Josefa Baldrís Villaró (abuelos)
Minuca, Taca, Pedro y la abuela Isabel en Caracas.
Familia Permanyer con Mercedes en Barcelona.
Abuela María Josefa, tías Pepita y Sofía Permanyer, tío Arturo Baldrís- Esparraguera.
Bisabuelos Arturo y Magdalena, tío Antonio, tía Mercedes, Anita, Matias… Esparraguera.
Mis abuelos maternos, Ángel y María Josefa, se conocieron y casaron en Barcelona, donde tuvieron a sus dos primeros hijos: Antonio y Mercedes. Emigraron a Venezuela a inicios de la década de 1920. Él, ingeniero industrial; ella, maestra de francés, poeta aficionada. Llegaron a las minas de oro de El Callao y, al poco tiempo, se mudaron al corazón de Caracas, en pleno centro de la ciudad vieja. Allí nacieron Pedro, la Taca y la Minuca. Cuando esta última apenas tenía nueve meses, la abuela sube a un barco en el puerto de La Guaira, rumbo a España, embarazada de seis meses y acompañada de sus dos hijos mayores (de 7 y 9 años), aquellos con los que había emigrado.
Muere en el parto, junto a su hijo, en Esparraguera, un 20 de abril de 1929. Los hijos que la acompañaron quedaron al cuidado de la familia en Cataluña: Antonio con los abuelos en Esparraguera, y Mercedes con unas tías en Barcelona. En Caracas quedaron el abuelo y los hijos mas pequeños.
El enigma de esta decisión, que cambió el destino de una familia, ha rondado desde entonces, generando diversidad de versiones, que han ido cambiando con el tiempo. Al tiempo, el abuelo se volvió a casar en Caracas y la familia creció con la llegada de Isabel, Inés y Nuri. El recuerdo de María Josefa se fue debilitando con el tiempo y hoy es casi una leyenda silenciosa, una mirada triste y enigmática, para mi, profundamente cautivadora.
Lealtades Fundadas Lealtades CONsagradas
Las incodicionales.
Hoy, inmensamente presentes.
La pepa, tío Juan y en brazos, mi padre.
Bendito San Cristóbal, tú que tuviste la gracia de llevar a Jesús sobre tus hombros, pídele que nos libre de todo mal. Dame Señor mano firme y mirada vigilante para que a mi paso no cause daño a nadie. A ti, Señor, que das la vida y la conservas, te suplico humildemente que guardes hoy la mía en todo instante.
La Pepa acompaño la crianza de mi padre y sus hermanos. Mujer de fe, hablaba con los muertos y rogaba por las ánimas del purgatorio que avistaba durante los paseos vespertinos. Veía a las ánimas rondar la estatua de Verdaguer en el Paseo San Juan de Barcelona. Era devota de San Cristóbal, y su oración fue una de las primeras cosas que aprendió mi padre.
En Caracas, María Teresa León (Tete) acompañaba cada día a su madre en la jornada de lavado y planchado en la casa de la familia Bertrán. Un día, la abuela Isabel sugirió a su madre que se quedara, colocando para ella una tercera cama en la habitación de Taca y Minuca. Con el tiempo, Tete se hizo enfermera titulada. Esta hermana de la vida de mi madre, me encomendó a San Ramón Nonato el día de mi nacimiento -otorgándome la proyección de sus creencias mas valiosas-, me salvó la vida frente a un ahogamiento, me enseñó a hablar en clave de cuti, y es la protagonista más entrañable de una memoria feliz, rebosante de risas. Hoy, su recuerdo sigue llenándome de una felicidad profunda.
oh glorioso San Ramón, en esta mi aflicción. A vos, oh glorioso protector acudo para que bendigáis al hijo que llevo en mi seno. Protegedme a mí y al hijo de mis entrañas ahora y durante el parto que se aproxima. Os prometo educarlo según las leyes y mandamientos de Dios. Escuchad mis oraciones, amante protector mío, San Ramón, y hacedme madre feliz de este hijo que espero dar a luz por medio de vuestra poderosa intercesión.
María Teresa León (Tete)
La Pepa
-técnica collage
Musa
En el ejercicio del collage y del relato, me siento un poco más humana, un poco más hija, sobrina, cultivo los vínculos de nieta y bisnieta con aquellos y aquellas que nunca conocí. Cada imagen que construyo, a partir de una vieja fotografía, se convierte en un brazo largo que se extiende en el tiempo, me abraza y me contiene, me define. La memoria emocional se transforma en un río inmenso que fluye entre generaciones, trayendo consigo historias y emociones que me pertenecen, que son mías, aunque no las haya vivido.
La mirada que nunca cambio (foto: mi madre)
-técnica collage
De paseo con Pepita (foto: mi madre y su tía Pepita)
-técnica collage
María del Carmen Bertrán Baldrís “La Taca”.
Golosa (foto: mi madre)
-técnica collage
Siempre sé sin saber
las cosas importantes de la vida,
entonces es cuando más cerca de ti
me siento.
Begoña Abad
Pájaro de fuego(foto: mi madre)
-técnica collage
Mi abuela y el tío Juan
LO no-dicho
fidelidades invisibles
Estamos sembrados de lo “no dicho”, al habitar lo “no dicho”,
guardo la esperanza de romper el ciclo de repeticiones,
de transformar el significado de las experiencias pasadas.
Sanar y dar nuevo sentido al presente.
Habito el legado en busca de claves
liberar las cargas invisibles.
Hoy convoco este silencio para deshacer el nudo que lo ata.
Hoy te abrazo, incluso en tu ausencia.
No importa.
Acaricio tus heridas,
libero lo que quedó atrapado en el tiempo.
El universo ya entendió,
y se encargó de aquello que se nos escapó.
Tertulia familiar
-técnica collage
En el coche: la abuela María Antonia y mi padre.
Abajo: el tío Juan
FARO
Lo escuchaba siempre atenta,
cada palabra,
cada idea que expresaba
que me regalaba con tanta pasión,
eran aire para desplegar mis alas.
Apasionado de las formas,
de las técnicas capaces de idear objetos
con un lenguaje especial.
Vehemente, sin filtros,
amante de lo simple y lo genuino.
Boceto
Universo Escarabajo (foto: mi padre)
-técnica collage
Naturaleza Viva
Ellos,
Tierra, raíz, viento,
brotes…
haciendo su magia
Orillas opuestas de una misma playa.
Ausencia,
el viento de tu país
me devuelve los nombres
como una sucesión malhumorada de enigmas
¿Te da permiso la soledad
para responder mis dudas?
En medio de la penumbra
de tus cirios apagados,
me dispongo a rastrear angustias
para entender,
donde vives.
En que orilla del miedo
apagas las estrellas
para acaparar las espesuras de la noche
La nada convierte en éter tu silencio,
los relojes se refugian en la ancha redondez
del crater derretido.
Mi alma insiste en desafiar tu insaciable avidez
de atiborrarte de recuerdos.
Hueles a salitre de mares descoloridos
Responde,
abandona tu afán por desorientar
a mi alma insomne.
Devuélveme un sonido, solo uno
que consiga calmar el dolor
Necesito descansar
en la certeza de otra edad
más allá de este tiempo.
AP
Vereda Tropical
-técnica collage
María del Carmen Bertrán Baldrís y Carlos Enrique Pedret Muntañola, mis padres, pasean por las calles de Barcelona y Castelldefels,
entre 1949-1051.
ARTESANOS de
tiempos lejanos
Las mujeres hilaron los vínculos que hoy me permiten reconstruir el pasado. Con sus gestos infinitos tejieron conexiones invisibles, mantuvieron fuertes las raíces. Cuidaron y preservaron los recuerdos que han llegado hasta mí.
Si ellas hilaron y aún más, desplegaron su hilo rojo a lo largo de los tiempos, ellos dieron forma al laberinto.
Avelino Trinxet (tatarabuelo paterno)Empresario textil - Mecenas de reconocidos artistas de su época
Antoni Muntañola i Carné 1883-1951 (hermano de mi bisabuelo) Ilustrador de la imagen gráfica de El Patufet. Fundador de la Editorial Muntañola.
Arturo Baldrís Monrás (bisabuelo materno)Secretario de los Ayuntamientos de Piera y Esparraguera.
Carlos Pedret i Llasat (abuelo paterno) Empresario química farmacéutica.
Juan Pedret i Garriga (bisabuelo paterno) Empresario de química farmacéutica.
Pau Bertrán i Bros 1853-1891(tataratara tío) Filósofo, poeta, etnólogo y escritor con una amplia obra en poesía, cancionística, folklore, rondallistica.
El emprendimiento, la poesía, la pintura, la escritura, el arte como un legado vivo que se transmite. Cada rincón de esta historia familiar guarda una huella de quienes, con sus manos y sus palabras, aportaron belleza y significado. Las letras de los poetas, los trazos de artistas, las historias escritas con pasión, los caminos recorridos para el comercio… Energía que habita, que se filtra en cada historia contada.
Juan Muntañola i Carné (bisabuelo paterno) Empresario
Ángel Bertrán Permanyer (abuelo materno) Ingeniero industrial, emprendedor. Pianista · Poeta
De paseo por Setúbal (foto: mi abuelo)
-técnica collage
La casa Trinxet, terminada en 1904, fue obra, como la casa Amatller, de Josep Puig i Cadafalch, reconocido arquitecto del modernismo catalán. Las pinturas murales son obra de Joaquín Mir Trinxet. El trabajo de la casa se hizo por encargo de su tío y mecenas Avelino Trinxet Casas, de Barcelona, industrial textil. Avelino Trinxet fue también propietario de la fábrica Trinxet, construida en 1907 por el arquitecto Joan Alsina i Arús en Can Trinxet, en la ciudad de Hospitalet de Llobregat.
Más allá de la mesa (foto: mi padre)
-técnica collage
Mantuanidades (foto: abuelos)
-técnica collage
Cuando uno se va, cuando el tiempo nos arrebata la oportunidad de seguir siendo testigos de nuestros propios amores, queda un derecho sagrado de borrar el rastro. No porque el amor haya dejado de existir, sino porque hay momentos en los que el deseo de preservar la memoria se convierte en un acto de respeto hacia los que quedan. Es un derecho de cuidar, de proteger el pasado, de no dejar que las huellas del amor se conviertan en un peso para quienes deben seguir adelante. En el acto de borrar, no se borra el amor; se preserva su pureza, su esencia inquebrantable, alejada de ojos curiosos y del paso del tiempo.
Mi abuela, en su última susurrante despedida, al pedir que sus cartas fueran quemadas, no sólo pedía que se borrara el rastro de una pasión que fue suya y solo suya, sino que también nos enseñaba que el amor, puede ser un secreto que se guarda hasta el final, un derecho que nadie más debe reclamar. Es un recordatorio de que no todo amor necesita ser eternizado en el mundo exterior.
El amor tiene su propia manera de ser eterno: en el susurro de un adiós, en la confidencia del último gesto, en el derecho de borrar lo que, en su momento, fue solo un lazo entre dos seres que se comprendieron en la intimidad de su propia historia.
Constancias amorosas
de ÉPOCAS exTintAs
Pocos días antes de morir, a sus 93 años, mi abuela María Antonia se inclinó en la cama para hablarle al oído a su hermana Avelina. Susurrando, le dijo: En el tercer cajón del armario, envuelta en un viejo mantón, hay una caja forrada en raso. Dentro, atadas con un listón rosa, están mis cartas con Carlos. ¡Quémalas!
Ensoñación (foto: mi abuela)
-técnica collage
Casa no es necesariamente Hogar
Hogar es el espacio habitado por mis afectos.
La casa de la memoria, es mi hogar.
El hogar de la memoria
-técnica collage
Mi hogar es donde habita mi memoria,
cada rincón está impregnado de recuerdos,
de risas y silencios compartidos.
Es el lugar de las experiencias vividas,
donde permanecen las huellas de quienes nunca se van.
El hogar se mide en lo que somos capaces de guardar en él: las memorias que nos dan sentido y nos conectan con el pasado,
mientras nos impulsan hacia el futuro.
El hogar es portátil; se lleva siempre encima,
a donde sea que vayamos,
porque late en el núcleo de lo que somos,
de quienes somos.